Si existe una planta que asociamos a encontrarnos mejor desde pequeños, esa es la manzanilla. La infusión que te daban en el cole cuando tenías dolor de barriga.
Estimulan el apetito, facilitan la digestión, evitan los gases, la hinchazón del vientre y el mal aliento. También combaten los dolores intestinales y cólicos. Por su poder relajante sobre los músculos del intestino y la vejiga reducen los espasmos y favorecen la micción